Los aperitivos pequeños siempre serán una gran opción, ya que además de comerse de un solo bocado, se pueden ofrecer en cualquier tipo de celebración gracias a la gran variedad que se puede preparar. Otra ventaja es que los invitados quedarán satisfechos pues si ofreces diferentes tipos de canapés, querrán probarlos todos.
Para no servir platos individuales, y tener más tiempo para compartir con las personas, puedes crear un servicio tipo buffet donde los ingredientes están dispuestos en la mesa y los invitados podrán servirse la cantidad y las veces que deseen. Esto funciona mejor si el menú elegido es fácil de servir y de comer.
Si buscas ofrecer recetas más elaboradas y especiales, pero sin concentrar tu energía en realizar diferentes platos, una buena opción es preparar un plato abundante para compartir en la mesa. Las comidas que se adaptan a este estilo son por ejemplo los arroces, pasta, pizzas o hasta los asados o parrilladas. Esta última alternativa es ideal para no complicarse, ya que no hace falta crear muchas preparaciones y se puede preparar al gusto de todos tus invitados disfrutando una deliciosa comida al aire libre, si el clima lo permite.
Cuando ponemos en la mesa algún tipo de untable o salsa casera, es imposible comer solo un bocado ya que son la debilidad de todos al querer repetir una y otra vez. Su principal ventaja es que son opciones irresistibles que sirven con cualquier ingrediente que se pueda untar, por ejemplo, tiras de pollo, nachos, chips de papa, galletas, pan o una amplia variedad de verduras crudas o cocidas como zanahoria, apio, espárragos los cuales no tardarán en desaparecer de la mesa.
Para que tus invitados prueben una gama amplia de sabores, el postre debe estar presente al cierre de la fiesta. Si la celebración es un cumpleaños, se acostumbra que el protagonista del evento sea la torta o pastel, aunque en los últimos esta tradición años ha venido cambiando por otras recetas como cupcakes, pavlovas, helados o brownies.
